instalación interactiva
Proyecto coproducido por el centro de Arte Hangar (www.hangar.org) y el Parque de Investigación Biomédica de Barcelona (www.prbb.org).
El reto consistió en diseñar un juego para una audiencia familiar, que pudiera ser jugado en sólo 5-10 minutos y que divulgara una serie de conceptos científicos sobre la diversidad genética humana.
En esta instalación interactiva, un grupo de personajes explora un supermercado con la misión específica de robar diferentes productos, escondiéndose y escapando de los guardas de seguridad.
Modificando el juego original mediante la manipulación de su motor (Infinity Engine) se consigue un juego nuevo, con nuevas reglas: ya no se trata de gestionar los propios recursos para conseguir más bienes trabajando, o de realizar algunas tareas productivas dentro del mundo simulado. Lo héroes se convierten en chorizos...
Instalación interactiva que gira en torno a un videojuego de simulación de vuelo. Los jugadores, inmersos en un ambiente de destellos dorados y tumbados sobre una gran plataforma-cama redonda, intentarán despegar el avión mediante la manipulación de un sugerente y erguido joystick.
Como en un juego infantil que reproduce una situación para prolongar el placer, pero también como en un trauma que se ha reprimido y sobre el que se vuelve obsesivamente una y otra vez, nace la simulación de los sueños: los vídeojuegos.
Instalación interactiva, protagonizada por una gran proyección del videojuego que da nombre a la pieza, y un ambiente preparado para que los visitantes puedan tumbarse a jugar.
La palabra japonesa okashi designa todo tipo de golosinas, gominolas, galletitas, snacks, chicles, chocolates... En aquél país se ha convertido en todo un fenómeno que despierta pasiones, por cómo los jóvenes, y no sólo los niños, coleccionan los juguetitos que algunos okashi regalan, o discuten sobre cuál es su okashi preferido.